Este espacio sin referencias urbanas esta repleto de referencias neoculturales. El mercado educa con saberes funcionales a su dinámica y adecúa el deseo jóven de libertad y exhibición en un desorden controlado.
Las marcas y las etiquetas que forman su paisaje reemplazan al elenco de símbolos públicos o religiosos que han entrado en su ocaso. Es un monumento basado en la velocidad del flujo mercantil que pone en crisis el espacio público, donde es difícil construir sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario